viernes, 19 de marzo de 2010

¿Eres Cristiano o Casi-Cristiano?

En el número de Noviembre de 2009 de la revista En Contacto, de la organización del Pastor Charles F. Stanley, me llamó la atención un artículo firmado por Linda Canup, donde se reproduce una entrevista realizada a David Kinnaman; el tema: un estudio realizado por Kinnaman y su equipo de investigadores, sobre la manera en que los jóvenes de entre 15 y 29 años perciben a los Cristianos. El resultado es lo que en el estudio definen como CASI-CRISTIANO.
Haciendo referencia a la parábola del Hijo Pródigo, Kinnaman describe a la generación actual como ese hijo que sale de la casa de su Padre para despilfarrar su herencia y perderse en las cosas del mundo, "lamentablemente, la mayoría de quienes pertenecemos a la iglesia, en vez de adoptar el rol del padre incondicional de la historia, asumimos el papel del hermano mayor del pródigo".
Como se insiste en la analogía, Dios está preocupado por el FARISEISMO del hermano mayor tanto como por el desorden en la vida del menor. Queremos "dictar" las condiciones para que Dios perdone y restaure a quienes tachamos de pecadores, sin darnos cuenta que con esa actitud nosotros también pecamos. "Nuestro fariseísmo, nuestra religiosidad, nuestras falsas formas de religión, son tan erróneas como los pecados de la nueva generación".
Las nuevas generaciones se han vuelto muy desconfiadas de las instituciones, sean políticas, gubernamentales, educativas o religiosas.Se muestran hastiados de la falta de coherencia entre lo que se predica y lo que se practica.
Se piensa que debemos llevar a la gente a la fuerza ante Jesucristo, y olvidamos que hace falta la proclamación valiente del Evangelio pero siempre con amor y recordando nuestra propia deuda con Dios.
Si el Señor nos ha perdonado todo, no tenemos ningún derecho a juzgar y convertirnos en acusadores de quienes aún no lo han recibdo en su corazón.
El enemigo ha plantado la idea de que es nuestro nivel de inteligencia y buena disposición a vivir con gente pecadora lo que nos hace mejores que ellos, y olvidamos que siempre es Jesús y su Santo Espíritu quienes lo hacen posible con su infinito amor.
Por desgracia, la percepción que tienen los jóvenes de nosotros los cristianos no es muy alentadora:
  • Hipócritas
  • Falsos
  • Fariseos
  • Antisociales
  • Desprecian a los demás
  • Juzgan
  • Se sienten superiores
  • Les falta amor
El comentario de un jóven entrevistado es muy confrontador para quienes nos decimos cristianos: "La mayoría de las experiencias que he tenido en la iglesia me han llevado a creer que los cristianos no son cristianos, que ya no son lo que Jesús quería que fueran..."
Olvidamos que Jesucristo se despojó de su poder y se negó a tener el control político o moral. Por el contrario, enseñó en que consistía el reino de Dios y el poder del Señor para transformar las vidas.
Llama la atención la reflexión al final de la entrevista: "A través de este proceso -la investigación realizada-, Dios sacó a la luz mi orgullo y mi arrogancia espiritual, y me ayudó a ver la manera como hablo con las personas. La Biblia dice que el amor no lleva un registro de faltas y que nunca deja de ser, ¿Por qué, entonces, actúo con superioridad intelectual?"
En la parábola del Hijo Pródigo, el hermano mayor quiere salvar moralmente a su hermano menor, pero sin hacerlo con un corazón correcto. Muy diferente del Padre, que quiere que el corazón del hijo se vuelva a él en obediencia y arrepentimiento, saliendo a recibirlo con los brazos abiertos en la más grande demostración de amor.

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